Lo hemos vuelto a hacer. Hemos vuelto a llenar las calles de Barcelona de banderas de España y de Cataluña, juntas, conviviendo con total normalidad; algo que nunca deberíamos haber perdido. Los catalanes constitucionalistas hemos vuelto a salir, como el 8 de octubre de 2017. Las calles son de todos, no solo de los separatistas.
Hemos salido, de nuevo, para defender que todos los ciudadanos españoles somos, sin exclusión, libres e iguales, y que nos oponemos, de frente, a la amnistía y la autodeterminación. Ya lo decía el lema de la convocatoria, organizada por Sociedad Civil Catalana: ‘No en mi nombre. Ni amnistía ni autodeterminación’. Era nuestra obligación alzar la voz y decir «no en mi nombre». Porque Pedro Sánchez, junto a sus ministros y acólitos, ha introducido el relato que la amnistía es lo que España necesita para acabar con los infinitos ataques a la democracia perpetrados por los separatistas. El mismo dirigente socialista ha usado la expresión «fórmula para superar las consecuencias judiciales del procés». Un despropósito.
Llevan un tiempo contándonos que la situación en Cataluña está mucho mejor que en 2017 y que la amnistía será la gran solución, el último paso para devolver «la normalidad a los catalanes» y que Puigdemont es una víctima del sistema judicial español, y no el promotor del golpe a la democracia y el estado de derecho.
¡Claro que está todo más calmado! No han cesado, PSOE y PSC, en conceder todo lo que los partidos separatistas han reclamado.
Pero no nos engañen. La realidad, como siempre, es totalmente otra. Los jóvenes de S’ha Acabat! siguen sufriendo ataques en las carpas que organizan en las universidades catalanas. Sin ir más lejos, la semana pasada recibieron dos ataques, en dos universidades distintas, con el silencio cómplice de los responsables de los centros, así como de los partidos separatistas y del PSC. Por no hablar de los insultos en redes, el menosprecio por parte de dirigentes políticos o el mismo presidente de la Generalitat.
¿Y ahora qué? Se preguntarán muchos catalanes constitucionalistas. Que no les quepa la menor duda que desde el PP les vamos a seguir defendiendo, vamos a dar la cara por ellos y no dejaremos que los políticos separatistas tengan privilegios.
Daniel Sirera es el presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona