Julián López, ‘El Juli’, se ha retirado de los toros tras más de 25 años de profesión. El torero, puso fin a su carrera el primer fin de semana de octubre y al igual que durante todo este tiempo en las plazas de toros, su mujer, Rosario Domecq, ha sido uno de sus grandes apoyos. El matrimonio se casó en 2007 en la capilla de Santa Catalina del convento de Santo Domingo en Jerez de la Frontera y fue uno de los grandes eventos sociales de ese año.
La pareja comenzó su relación en 2001, cuando Rosario tenía 22 años y el diestro, solo 18, aunque ya era una gran figura del toreo. Cuando se conocieron, la jerezana acababa de terminar sus estudios de Comunicación en Barcelona y trabajaba en una galería de arte de Madrid y los padres de la joven no veían con buenos ojos el noviazgo, que expondría públicamente a su hija. Sin embargo, casi 16 años después y con tres hijos en común, Domecq y El Juli se muestran más unidos que nunca.
En sus redes sociales, la andaluza ha presumido en numerosas ocasiones del trabajo y dedicación de su marido y en su etapa final, no ha dudado en mostrar su orgullo públicamente: «Gracias al público de Madrid por su cariño, respeto y por hacer posible el mayor sueño de mi marido!! Gracias, gracias y gracias», comentó en su perfil de Instagram.
Nacida en 1978 en la localidad gaditana, la esposa del conocido torero pertenece a una familia de renombre. Es hija de Pedro Domecq y Urquijo, ex jugador de polo y ganadero, y de Rosario Márquez Amilibia, hija del conde del Paraíso, Fernando María Márquez Patiño y de Natalia de Amilibia Periquet. Se conoce que mantiene una relación de amistad con las hijas de Bertín Osborne y también es amiga de importantes personalidades del país como Laura Vecino, diseñadora y mujer de Rafael Medina, la modelo Teresa Baca y la estilista Marieta Yanguas.
Su estilo, elegante y discreto
La boda entre Rosario y El Juli se celebró el 20 de octubre de 2007 y con más de 400 invitados, fue uno de los eventos del momento. Para su vestido nupcial, Domecq eligió un diseño de Miguel Palacio, de seda en tono blanco hueso, sin mangas, con escote cuadrado y compuesto por una falda voluminosa y un volante drapeado en el bajo. Un traje de lo más clásico que destacaba por su amplio cinturón en color gris en la cintura.
En el pelo, llevó un recogido bajo y una diadema en forma de corona de diamantes y perlas que pertenecía a su abuela y de la que salía un largo velo. En su día a día, la joven se mantiene discreta y tiene un estilo formal y elegante. El color negro es uno de sus favoritos y recurre a él en numerosas ocasiones.
Rosario Domecq, fiel al color negro.
La moda, es una de sus pasiones. Se ha dejado ver con estilismos monocromáticos, conjuntos de dos piezas, grandes pamelas y tacones llamativos. Además, acude a grandes eventos ‘fashion’, como el desfile que celebró la marca de lujo, Dior, en la Plaza de España de Sevilla y también ha expuesto que sigue a otras firmas de alta costura, como Lanvin.
Rosario Domecq, esposa de El Juli, apasionada del mundo de la moda.
Aunque se mantiene alejada de los focos, también ha apostado por estilismos con llamativos detalles, como mangas abullonadas o con volantes, trajes en tendencia y confeccionados con llamativos colores y accesorios destacados, como mantones de manila, propios de sus raíces.
A pesar de que se suele mantener en segundo plano, su cuenta de Instagram, que esta abierta a todo el mundo que quiera verla, revela ciertos detalles de Domecq. Es fiel seguidora de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien fue una de las grandes protagonistas de la despedida del torero en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, ya que ‘El Juli’, le dedicó un toro.
Además, es partidaria de la monarquía y alaba al Rey Felipe VI y es seguidora de algunos deportes como el Polo y el Tenis. De hecho, también comparte publicaciones sobre ello, como alguna alabando la carrera del tenista Rafa Nadal.