Así ha sido la incómoda cita de dos solteros en ‘First Dates’: «Fue un ‘shock’ fuerte»

Así ha sido la incómoda cita de dos solteros en ‘First Dates’: «Fue un ‘shock’ fuerte»

«Los silencios son tan importantes como las palabras porque dicen mucho de lo que pueden estar pensando quienes hablan o no hablan», sentenció Carlos Sobera en el transcurso de una de las citas que ‘First Dates’ albergó este lunes 30 de octubre. En concreto, se refería el presentador del ‘dating show’ de Cuatro a la velada entre Hernán (45) y Laura (47). Los dos solteros hablaron poco y no pocas veces él puso cara de no saber dónde meterse. Aunque a ella le costara pillarlo.

La decepción se reflejó en el rostro de Hernán, un argentino afincado desde hace un año en Granada, apenas vio aparecer a su cita. Que se describiera como «introvertido pero sociable» pudo dar lugar a engaños y hacer pensar a Laura que su poca elocuencia durante la cena respondía solo fruto a los nervios, pero el propio soltero acabó reconociendo que al ver que la malagueña no era ni tan joven, ni tan sensual ni tan delgada, ni tan femenina como esperaba, no puso de su parte por conocerla. «Fue raro para mí porque tenía otras expectativas. Y de entrada sabía que no era lo que esperaba. Fue un shock fuerte. Sin hablar, ya sabía que era un ‘no’», valoró al final de la velada.

Laura se confunde

En un primer momento la supuesta timidez que mostró el soltero consiguió transmitírsela a su cita. Roto el hielo, ella consiguió superar esa inseguridad y tirar del carro para que el encuentro fluyera, sin embargo, en lugar de una conversación más o menos amena aquello se pareció más a un interrogatorio por su parte en el que apenas obtuvo monosílabos por respuesta. «Era yo todo el rato preguntando, él no preguntaba nada nada. Si no fuese por mí se hubiera quedado callado toda la cena», lamentó ante las cámaras del restaurante de citas.


Hernán y Laura decidieron no tener una segunda cita al salir de ‘First Dates’


Cuatro

Percepción que, pese a las señales o la falta de ellas, cambió ligeramente al cabo de un rato. Y es que Laura creyó que podía hacerle tilín a Hernán porque su prototipo de mujer es parecido a ella. Así, llegó a la conclusión de que «le gustan las mujeres con los ojos claros y el pelo largo. Además, no me miraba a los ojos en la cena».

Acto seguido y sin saberlo, el argentino desmontaba la teoría de su cita explicando que «los rasgos de la mujer española que a me gustan no los vi en Laura». No quería generarle expectativas, o eso aseguró, puesto que «físicamente no me atrae y la edad tampoco». Eso sí, se le olvidó el detalle de comentárselo cara a cara y la soltera siguió erre que erre justificándolo bajo el paraguas de los nervios y la timidez.

Aunque por lo menos en el momento de la decisión final le volvió la lucidez, dándose cuenta de que entre ellos no había chispa ninguna, ni ‘feeling’ como para aceptar una segunda cita.



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Joaquín Suárez

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